Quien me conoce sabe que me encanta viajar… para mí es una de las formas más interesantes para llenar la vida de recuerdos. Por supuesto, para alguien que tiene una discapacidad siempre es un reto el ser turista, pero los resultados son extraordinarios a pesar de los riesgos.

Una de las experiencias más impactantes de mi vida, y que es el tema central de este post, la viví hace algunos meses en Perú. Abril y yo caminábamos por el centro de Cusco con nuestros bastones… la gente se acercaba poco. Conseguimos un chip para usar internet allá, cambiamos dólares a nuevos soles peruanos y, sin más, recorrimos las calles buscando un lugar específico. No todo en los viajes es perfecto, tú lo sabes, así que en algún momento nos perdimos, pero seguimos caminando. Cada paso que dábamos era un lugar en el que no habíamos estado antes, así que decidimos que no estábamos realmente perdidos, sino que estábamos explorando. ¿Cómo transformó esto no solo el viaje, sino nuestra vida? Te lo cuento después de lo mejor de la semana…

Lo mejor de la semana.

#3. El reencuentro emocional. Este nuevo proyecto ha sido para mí como un viaje. Es una forma de explorar nuevos horizontes, pues, casi como en el recorrido por Perú, es una aventura totalmente distinta a lo que estaba acostumbrado. Hemos entrado al mundo digital y, con 44 participantes en el curso, puedo decir que llegamos a este paraje con el pie derecho.

#2. La Pool party con mis sobrinas. En uno de estos días tuve la oportunidad de nadar junto a mis sobrinas de 12 y 8 años, además de mi hermana… quien no me permite decir su edad. Se sentía como vacaciones y no como cuarentena; es increíble cómo cambia el mundo cuando tomamos la perspectiva de turistas, aunque nos encontremos en el mismo patio de nuestra casa.

#1. Estar con la familia en momentos complicados. Por supuesto que no es “lo mejor”, porque a nadie nos gustan los momentos complicados, pero sí fue una de las situaciones de más valor para mí. Cuando la incertidumbre llega, como ocurre en algunos viajes, lo más importante es saber quién te acompaña… para mí fue de gran valor estar con mi familia, porque sé que si el equipaje es pesado ellos me ayudarán a cargarlo por unos metros, así como yo lo haré con ellos si hace falta.

…¿Y cómo nos transformó el vernos como exploradores en lugar de turistas perdidos? Bajó el estrés y comenzó esa emoción de maravillarnos por todo lo nuevo que ofrece un país desconocido. Esto es lo que te sugiero hoy: estamos en un tiempo en la historia de la humanidad donde muchos nos sentimos perdidos… cambia la visión; estás explorando, estás recorriendo, estás aprendiendo. ¡Maravíllate con los resultados de tu niño explorador! Te sorprenderá cómo cambia tu vida cuando comienzas a verla como una oportunidad y no como una amenaza. ¡Vamos a turistear durante el tiempo que sea necesario!