Muchas personas me preguntan: ¿Cómo sueñan los ciegos?
Por supuesto que se trata de algo que despierta la curiosidad… y quizá valga la pena comentarlo, pero ¿no sería más importante si los sueños, sean de ciegos o no, se convierten en realidad?
En mi conferencia Enciende la luz hablo, precisamente, de la capacidad que todos tenemos para cumplir nuestros sueños, independientemente de lo que nos hayan hecho creer esos asesin0s de ilusiones, de quienes ya platicamos en publicaciones anteriores.
Tú, yo y todo el mundo, hallaremos en nuestra vida personas que dirán cien argumentos en contra cuando compartamos con ellos nuestros más locos sueños. Sin embargo, déjame decirte que los sueños confían en ti y, por eso, aparecen en tu mente cada noche, o en el día mientras anhelas alcanzarlos.
Ahora te preguntarás: ¿cómo le hago, entonces, para no hacer caso a las voces de mi cabeza y cumplir lo que imaginé?
Una forma que yo encontré para enseñar a la loca de la casa (la mente) que los sueños pueden realizarse, se me ocurrió por casualidad. Resulta que, una noche cualquiera, soñaba que comía unos malvaviscos cubiertos de chocolate. Cuando desperté, tenía todavía en mi boca la sensación del dulce, así que decidí, en ese momento, que cumpliría mi sueño. Por la tarde, en un centro comercial, acudí a una dulcería y compré los bombones cubiertos de chocolate… y la cajita metálica era justo igual que aquella que había soñado. Esa acción, si quieres llamarle “mínima”, tuvo un gran impacto en mí, por una frase que me dijo la persona que me acompañó a buscar la caja de golosinas perfecta; al darse cuenta que ningún artículo me convencía: “Y todo por un sueño…”.
Sí, comienza a actuar, todo por un sueño… deja a un lado comentarios, dudas y críticas de los demás y enfócate en aquello que está en tu corazón. Por supuesto, puedes escuchar consejos si así lo decides, pero no permitas que palabras ajenas entren a tu mente como si fueran dardos envenenados.
Cumplí mi sueño comprando una caja de bombones… y procuro hacerlo, siempre y cuando esos sueños que tengo durante la noche sean inofensivos para mí y para los demás.
En otra ocasión, ya con mi mente convencida de que los sueños se cumplen, soñé que cantaba la canción “al final”, de mi tocayo Emmanuel, en un escenario grandísimo, con cientos de personas aplaudiendo… por alguna razón, en el sueño, me encontraba en España… y meses después la vida me dio la oportunidad de cantar en el evento del “Día del Grito Mexicano”, en la ciudad de Barcelona; ¿adivinas qué canción abrió mi participación?
Los sueños son para cumplirse.
Comienza con un primer paso, es decir, con aquellos que puedas cristalizar lo más inmediatamente posible… y cuando te des cuenta estarás viviendo lo que alguna vez solo imaginabas, transformando tu mundo para bien.
Ya sea escribir un libro, lanzarte de un paracaídas, nadar en el mar, escalar una montaña, alcanzar un arco iris… siempre valdrá el esfuerzo iniciar con un paso en ese camino hacia tus sueños. ¿y si no lo alcanzas? ¡no importa!, porque te garantizo que el trayecto será maravilloso.
¿Cuál ha sido tu sueño cumplido más bello? ¿Cuáles te faltan por cumplir? Te invito a mis redes sociales, estoy como @aemeraz en todas ellas; ahí podremos hablar de sueños, reflexionar, comentar y compartir experiencias. ¡Sigue leyendo!
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